Miguel Cane
Desde mediados de los años ochenta, Sam Raimi (nacido en octubre de 1959) se ganó la devoción incondicional de los fans del género fantástico y de horror con la exitosa trilogía de Despertar del Diablo, y ya siendo director de culto, se echó en el bolsillo al gran público con la serie de Spiderman.
Raimi es uno de los grandes del cinema actual, y por eso su regreso al género de terror es uno de los más esperados de este año. En Arrástrame al Infierno, narra la espeluznante historia de lo acontecido a una joven empleada bancaria, Christine Brown, al verse literalmente convertida en la víctima de una maldición gitana que podría costarle la vida y condenarla a una eternidad en los infiernos. Para interpretar este rol, Raimi personalmente eligió a la joven Alison Lohman, quien pese a su juventud ha trabajado con algunos de los directores más notables, como Ridley Scott (en Los Tramposos) y Tim Burton (en la aclamada Big Fish). Ambos se reúnen con la prensa internacional para hablar sobre esta aterradora cinta y también sobre las sorpresas en su dinámica de trabajo.
En la película, una fuerza incontrolable atormenta a una joven por lo que es, básicamente, un error de juicio. ¿Podría decirse que más que una cinta de horror, ésta es una especie de fábula oscura?
SR: Sí, de alguna manera puedes decir que la película es como una especie de cuento moral. Christine es una buena chica. Tiene buenas intenciones e intenta abrirse camino en Los Ángeles, pero el mundo en el que labora es muy difícil y sin proponérselo, al verse presionada por las circunstancias, comete una equivocación. Hace algo terrible, lo que pone en marcha una verdadera pesadilla. La película trata de lo que deberá pagar por eso. Toda acción tiene una reacción…
AL: Siempre he creído que hay algo más de lo que percibimos a simple vista. No sabría cómo llamarlo, pero eso es lo que me provocó inquietud al leer el guión de Sam. ¿En qué momento erramos nuestro camino? ¿Por qué? ¿Qué precio hay que pagar? Todo eso es lo que está en el centro de la trama.
¿Cómo fue para ti, Sam, trabajar con Alison en un proyecto como este, que exige tanto física y emocionalmente a un actor?
SR: Lo que más me llamó la atención de Alison desde que vi su trabajo, hace años, es que se trata de una actriz muy humana. Es imposible no sentir empatía con ella cuando aparece en pantalla. Lo que yo quería lograr era que el público se identificara plenamente con el personaje, que se sintiera en sus zapatos por lo que Alison era imprescindible para el papel. Christine es un personaje al que el público entiende y con el que simpatiza desde el principio de la película. La identificación con el personaje era clave para que la película funcionara. Christine nunca deja de tomar decisiones que podrían alejarla del espectador, decisiones cada vez más oscuras para poder sobrevivir a la terrible prueba. Sin embargo no quería que, a pesar de esto, el público abandonara a Christine. Su destino tenía que ser lo más importante y Alison dio el cien por ciento para lograr eso.
¿Y para ti, Alison, cómo fue la ‘experiencia infernal’ del rodaje...?
AL: Pues… infernal… (risas) Me pasó de todo. Tuve que luchar contra un ser sobrenatural, me bañaron con sangre y lodo, me hicieron correr en la lluvia por varias tomas… muchas tomas…
SR: ¡Y no se quejó ni una vez! Siempre estaba dispuesta a ir más lejos. Es una profesional de los pies a la cabeza.
¿No es esta película un giro inesperado en tu carrera?
AL: ¿Lo dices porque es una película de terror? Bueno, sí, ¿pero por qué no iba a hacerla? Leí el guión y me gustó mucho la propuesta; me intrigó el personaje y cómo se desarrollaba en papel me fascinó. Ésas fueron las razones... aparte, claro, de la delicia que resultó todo lo que te digo que me hicieron hacer tantas veces… (ambos ríen) Además, confieso: me gustan las películas de terror. Mucho.
¿Habías visto El Despertar del Diablo, por ejemplo?
AL: No. Sabía de ella, claro, y más desde que supe que iba a trabajar con Sam, pero no la quise ver hasta después del rodaje. Pensé que Sam creería que yo era una grupi si llegaba a decirle que había visto la película…
SR: Oye, habría ayudado… tal vez habríamos hecho menos tomas… (risas)
¿Cómo te preparaste para interpretar a Christine?
AL: Pues llené de libros de satanismo mi mesita de noche (Risas). No, en serio, quise sumergirme absolutamente en su problema en su situación y como dijo Sam, traté de mantener una empatía constante con ella. Es decir, hubiera sido muy fácil hacerla plana o de una sola dimensión. Sam me ayudó a encontrar los matices…
SR: Y el tono muscular...
AL: Eso también. Tuve que hacer mucho gimnasio para ponerme en forma, porque esta ha sido la película que físicamente me ha exigido más.
Hay varias escenas arriesgadas y ni Alison ni Lorna Raver (que interpreta a la antagonista sobrenatural) quisieron dobles en ellas…. ¿Fue difícil esa parte del rodaje?
SR: Randy Beckman (director de segunda unidad y coordinador de especialistas) tuvo mucho cuidado. Ensayó la escena con las actrices para que supieran exactamente cómo se desarrollaba, lo que era seguro y lo que no lo era. Lorna es una verdadera profesional y no le importó arriesgarse tanto como Alison. Por su parte Adriana Barraza también dio de sí lo mejor en sus escenas… francamente fue un trabajo extraordinario por parte de las tres. Y además contamos con grandes de los efectos especiales como Greg Nicotero y Howard Berger, que ya han trabajado conmigo antes y siempre ofrecen varias opciones para crear la mejor ilusión según el ángulo de la cámara. Crean auténticas obras de arte del horror, las llevan al set, y los marionetistas se ponen manos a la obra. Los resultados saltan a la vista y me alegra pensar que el efecto de shock se logra con creces. Finalmente eso también es parte ineludible del género.
¿Qué fue, para ustedes, lo mejor del rodaje?
AL: ¡El equipo, por supuesto! Estuvimos conviviendo durante las semanas de rodaje y todos hicieron algo extraordinario por mí. Nunca me sentí abandonada ni sentí falta de apoyo. Y cuando haces una película como esta, eso es algo muy importante. Hacer esta película me hizo, pese a la temática, sentir muy viva. Lo disfruté. Mucho.
SR: Lo mejor fue ir dándole forma a la historia. Contarla, verla aparecer. Siempre me pasa con cualquier película que hago, sea del género que sea. Para mí hacer cine, el rodaje en sí, es lo mejor que hay.
¿Hay alguna novedad acerca de Spiderman 4? ¿Se confirma tu participación en ella?
SR: Puedo decirte que habrá tres cintas más en la saga, porque es lo que se ha confirmado, sin embargo, no puedo hablarte acerca de si o no participaré en ellas. Eso está en manos de los estudios que son dueños del material, yo no puedo afirmar ni desmentir. Que si me gustaría… claro, claro que me gustaría, pero también me gusta hacer otros proyectos alternos a la franquicia, como es éste, así que seguiré cultivando los proyectos que me interesen… y si hay alguna oportunidad de hacer algo al respecto de la película que dices, podría ser. Pero no hay nada escrito. Habrá que esperar y ver. De eso, se trata básicamente este negocio: esperar y ver a que aparezcan las imágenes en pantalla.