Ha sido una estrella desde niña, ha visto el lado sórdido de Hollywood y ha vivido para contar la historia. Ahora, es una de las protagonistas de Estamos todos bien, una de las cintas de la temporada navideña.
Miguel Cane
Debutó en cine a los cuatro años, con una aparición como hija de William Hurt y Blair Brown en la película Estados Alterados (Ken Russell, 1980) y posteriormente alcanzó el estrellato de la mano de Steven Spielberg como una de las protagonistas de E.T. El Extraterrestre. Nada mal para una de las herederas del linaje Barrymore, que incluyó a grandes figuras como su abuelo John Barrymore o su tía Ethel, que hicieron historia en los escenarios y en la pantalla a principios del siglo XX. Sin embargo, para Drew Blyth Barrymore (1975) las cosas no fueron tan sencillas – a los nueve años ya fumaba, a los diez bebia y a los doce era una drogadicta. Su camino de vuelta a la vida fue difícil y tortuoso; no fue sino hasta los 18 años que se desintoxicó por completo y comenzó a recuperar una carrera que había caído en producciones baratonas y carentes de calidad; poco a poco fue recuperando su nicho y en la última década ha conseguido ser una actriz taquillera, con buen reconocimiento de la crítica, balanceando filmes comerciales con producciones independientes y hasta de prestigio.
Así, cierra 2009 compartiendo créditos con el legendario Robert DeNiro en Estamos todos bien, una cinta agridulce que es la versión estadounidense de Siamo tutti bene, realizada en 1990 con Marcello Mastroianni por Giuseppe Tornatore; asimismo, tiene una nominación a los Globos de Oro por su trabajo en el telefilme Grey Gardens, en el que participó junto a Jessica Lange y debuta como directora con la comedia independiente Whip it! ambientada en el mundo del Roller Derby, por lo que éste ha sido un año de mucho trabajo.
¿Sientes que el periodo 2008/2009 fue un año agotador para ti a nivel profesional?
Bueno, trabajé mucho, es cierto, pero no me puedo quejar... fue maravilloso. Estuve activa en una serie de cosas que me cautivaron desde el principio y si eso significa que tenga que ir de un lugar a otro y trabajar muy duro, no me importa. Me encanta mi trabajo, mi profesión. La verdad es que no sé hacer otra cosa, me encanta esto.
Es verdad. ¿Nunca contemplaste la posibilidad de dedicarte a otra cosa que no fuera el cine?
La verdad es que... no. Bueno, sí, como a los quince o dieciséis años, cuando tuve muchos problemas personales, pensé “Oh, a la mierda con todo este mundo de apariencias. Quiero hacer otra cosa.” Pero lo cierto es que me estaba engañando. Esto me encanta, me ha encantado desde que era niña. Es solo que tenía que ponerlo todo en perspectiva. Conozco los detalles de dedicarme a esto, como si hubiera hecho un doctorado, pero a base de experiencia práctica. Son más de veinticinco años de hacer esto para vivir. No podría hacer otra cosa... aunque a veces pienso que un día lo que voy a hacer es comprarme una casa en el campo y dedicarme a leer y a sembrar mis propias verduras. Tal vez un día lo haga, ¿por qué no? Aunque siempre hay algo que me atrae, me hace volver...
Ahora te toca trabajar con Rober DeNiro.
Sí... ¿no es increíble? Es uno de esos actores que admiras de siempre, que ves de lejos y piensas “Oh, es Robert DeNiro... debe ser maravilloso trabajar con él” -- recuerdo que hace algunos años, mi amigo Ed Norton hizo una película con él y le dije, “¡Te odio! ¡Estoy celosa!”... él me contó que trabajar con él era muy diferente de lo que había pensado, que muchos podrían tenerle miedo, pero que en realidad es un personaje extraordinario... y lo es. Cuando me ofrecieron trabajar en la película acepté de inmediato, nada más oír su nombre. Aunque hubiera sido un papel muy pequeño, eso no me hubiera importado con tal de verlo trabajar de cerca, compartir una escena con él... y fue increíblemente bueno y generoso, conmigo y con todo el elenco. Fue una experiencia estupenda.
¿Fue difícil reunir a un elenco para esta película, considerando que no es muy fácil de interpretar?
Para nada. Todos se acercaron a la cinta de inmediato.y la razón es muy simple, además de trabajar con DeNiro. Cualquiera de ellos puede sentirse identificado con las historias que se cuentan en la película. Creo que todos nos reímos y nos conmovimos leyendo el guión y lo mismo le va a pasar al público. Si no somos ellos tenemos a un amigo o a un hermano que se le parece. ¿Quién no ha estado en la situación de tratar de reconectar con su familia por alguna razón? Todos en algún momento hemos tenido esas llamadas, esos encuentros. Es como la vida misma. Asi que Sam (Rockwell) y Kate (Beckinsale) estuvieron felices de acercarse y yo de trabajar con ellos. Fue sorpendente la dinámica que se logró. Me sentí muy satisfecha.
¿Por qué elegiste el papel de Rosie?
Cuando leí el guión la primera vez, me enamoré del papel de Rosie. Me habló mucho de mi vida. Tengo treinta y cuatro años, soy soltera, estoy muy tranquila, transitando otra etapa de mi vida, lo comparto todo con mis perros, tengo muy enfocada cómo quiero vivir mi vida, y eso me hace diferente a ella, que no está contenta con su vida, pero podría estarlo, si tan solo se atreviera a hablar con la verdad. Eso es algo que todos los hijos de Frank Goode tienen en común – aprenden a vivir con su realidad, por triste o complicada que esta sea, aunque con esperanza. Eso es lo que tiene la película para ofrecer, una idea de amor, de esperanza, de que no es demasiado tarde. Me gustó mucho esa idea y por eso tomé el papel de Rosie, encantada.
La familia es un tema central en la trama. ¿Cómo te llevas con esa institución?
Tengo una familia muy poco convencional. (Sonríe) Pero siempre fue de este modo, así que no puedo quejarme, porque no he conocido otra. Pero puedo decirte que mi relación familiar es buena, es cálida a su manera. Tengo muchos y muy buenos amigos, que me han dado abrigo en estos años y ellos también componen mi familia. Estamos juntos de un modo u otro, aunque no nos veamos con frecuencia, pero son mi familia, mis seres queridos.
¿Fue difícil poder dirigir tu propia película?
Sí, pero estoy fascinada. Lo primero que hice, desde hace unos diez años, fue empezar a producir – tenía una productora llamada Flower Films- pero me tomó algo de tiempo el poder sentirme preparada para tomar todas las riendas. Whip it! Es una comedia simpática, en la que también actúo yo. La historia sobre una típica chica de Texas (Ellen Page) que quiere dejar atrás los concursos de belleza a los que la lleva su madre, que sueña con que sea una reina de belleza y lo que realmente desea es unirse a un equipo de skaters profesionales. El rodaje lo hicimos en tres meses y fueron jornadas agotadoras, pero me sentí muy, muy contenta de los resultados. Cada dia llegaba a mi cama casi muerta, pero sentía que valía la pena. Cuando vi la película completa, sentí que lo habia valido todo. Ellen fue estupenda y Texas es el mejor lugar para filmar. Me encantó hacerlo y pienso repetir.
Siempre pareces estar de buen humor. ¿Cuál es tu secreto?
Trato de tener una filosofía positiva ante la vida. Creo que somos campos de energía y que podemos elegir que esa energía sea positiva o negativa. Sé que suena como un rollo medio hippie y es porque yo soy un poco hippie (se ríe) Pero ser así me hace feliz y espero que eso se transmita a las personas que me rodean. Creo que si tú estás bien, los demás también lo estarán al percibirlo, para mí es como la regla de oro. Me gusta compartir lo bueno con los demás.
Miguel Cane
Debutó en cine a los cuatro años, con una aparición como hija de William Hurt y Blair Brown en la película Estados Alterados (Ken Russell, 1980) y posteriormente alcanzó el estrellato de la mano de Steven Spielberg como una de las protagonistas de E.T. El Extraterrestre. Nada mal para una de las herederas del linaje Barrymore, que incluyó a grandes figuras como su abuelo John Barrymore o su tía Ethel, que hicieron historia en los escenarios y en la pantalla a principios del siglo XX. Sin embargo, para Drew Blyth Barrymore (1975) las cosas no fueron tan sencillas – a los nueve años ya fumaba, a los diez bebia y a los doce era una drogadicta. Su camino de vuelta a la vida fue difícil y tortuoso; no fue sino hasta los 18 años que se desintoxicó por completo y comenzó a recuperar una carrera que había caído en producciones baratonas y carentes de calidad; poco a poco fue recuperando su nicho y en la última década ha conseguido ser una actriz taquillera, con buen reconocimiento de la crítica, balanceando filmes comerciales con producciones independientes y hasta de prestigio.
Así, cierra 2009 compartiendo créditos con el legendario Robert DeNiro en Estamos todos bien, una cinta agridulce que es la versión estadounidense de Siamo tutti bene, realizada en 1990 con Marcello Mastroianni por Giuseppe Tornatore; asimismo, tiene una nominación a los Globos de Oro por su trabajo en el telefilme Grey Gardens, en el que participó junto a Jessica Lange y debuta como directora con la comedia independiente Whip it! ambientada en el mundo del Roller Derby, por lo que éste ha sido un año de mucho trabajo.
¿Sientes que el periodo 2008/2009 fue un año agotador para ti a nivel profesional?
Bueno, trabajé mucho, es cierto, pero no me puedo quejar... fue maravilloso. Estuve activa en una serie de cosas que me cautivaron desde el principio y si eso significa que tenga que ir de un lugar a otro y trabajar muy duro, no me importa. Me encanta mi trabajo, mi profesión. La verdad es que no sé hacer otra cosa, me encanta esto.
Es verdad. ¿Nunca contemplaste la posibilidad de dedicarte a otra cosa que no fuera el cine?
La verdad es que... no. Bueno, sí, como a los quince o dieciséis años, cuando tuve muchos problemas personales, pensé “Oh, a la mierda con todo este mundo de apariencias. Quiero hacer otra cosa.” Pero lo cierto es que me estaba engañando. Esto me encanta, me ha encantado desde que era niña. Es solo que tenía que ponerlo todo en perspectiva. Conozco los detalles de dedicarme a esto, como si hubiera hecho un doctorado, pero a base de experiencia práctica. Son más de veinticinco años de hacer esto para vivir. No podría hacer otra cosa... aunque a veces pienso que un día lo que voy a hacer es comprarme una casa en el campo y dedicarme a leer y a sembrar mis propias verduras. Tal vez un día lo haga, ¿por qué no? Aunque siempre hay algo que me atrae, me hace volver...
Ahora te toca trabajar con Rober DeNiro.
Sí... ¿no es increíble? Es uno de esos actores que admiras de siempre, que ves de lejos y piensas “Oh, es Robert DeNiro... debe ser maravilloso trabajar con él” -- recuerdo que hace algunos años, mi amigo Ed Norton hizo una película con él y le dije, “¡Te odio! ¡Estoy celosa!”... él me contó que trabajar con él era muy diferente de lo que había pensado, que muchos podrían tenerle miedo, pero que en realidad es un personaje extraordinario... y lo es. Cuando me ofrecieron trabajar en la película acepté de inmediato, nada más oír su nombre. Aunque hubiera sido un papel muy pequeño, eso no me hubiera importado con tal de verlo trabajar de cerca, compartir una escena con él... y fue increíblemente bueno y generoso, conmigo y con todo el elenco. Fue una experiencia estupenda.
¿Fue difícil reunir a un elenco para esta película, considerando que no es muy fácil de interpretar?
Para nada. Todos se acercaron a la cinta de inmediato.y la razón es muy simple, además de trabajar con DeNiro. Cualquiera de ellos puede sentirse identificado con las historias que se cuentan en la película. Creo que todos nos reímos y nos conmovimos leyendo el guión y lo mismo le va a pasar al público. Si no somos ellos tenemos a un amigo o a un hermano que se le parece. ¿Quién no ha estado en la situación de tratar de reconectar con su familia por alguna razón? Todos en algún momento hemos tenido esas llamadas, esos encuentros. Es como la vida misma. Asi que Sam (Rockwell) y Kate (Beckinsale) estuvieron felices de acercarse y yo de trabajar con ellos. Fue sorpendente la dinámica que se logró. Me sentí muy satisfecha.
¿Por qué elegiste el papel de Rosie?
Cuando leí el guión la primera vez, me enamoré del papel de Rosie. Me habló mucho de mi vida. Tengo treinta y cuatro años, soy soltera, estoy muy tranquila, transitando otra etapa de mi vida, lo comparto todo con mis perros, tengo muy enfocada cómo quiero vivir mi vida, y eso me hace diferente a ella, que no está contenta con su vida, pero podría estarlo, si tan solo se atreviera a hablar con la verdad. Eso es algo que todos los hijos de Frank Goode tienen en común – aprenden a vivir con su realidad, por triste o complicada que esta sea, aunque con esperanza. Eso es lo que tiene la película para ofrecer, una idea de amor, de esperanza, de que no es demasiado tarde. Me gustó mucho esa idea y por eso tomé el papel de Rosie, encantada.
La familia es un tema central en la trama. ¿Cómo te llevas con esa institución?
Tengo una familia muy poco convencional. (Sonríe) Pero siempre fue de este modo, así que no puedo quejarme, porque no he conocido otra. Pero puedo decirte que mi relación familiar es buena, es cálida a su manera. Tengo muchos y muy buenos amigos, que me han dado abrigo en estos años y ellos también componen mi familia. Estamos juntos de un modo u otro, aunque no nos veamos con frecuencia, pero son mi familia, mis seres queridos.
¿Fue difícil poder dirigir tu propia película?
Sí, pero estoy fascinada. Lo primero que hice, desde hace unos diez años, fue empezar a producir – tenía una productora llamada Flower Films- pero me tomó algo de tiempo el poder sentirme preparada para tomar todas las riendas. Whip it! Es una comedia simpática, en la que también actúo yo. La historia sobre una típica chica de Texas (Ellen Page) que quiere dejar atrás los concursos de belleza a los que la lleva su madre, que sueña con que sea una reina de belleza y lo que realmente desea es unirse a un equipo de skaters profesionales. El rodaje lo hicimos en tres meses y fueron jornadas agotadoras, pero me sentí muy, muy contenta de los resultados. Cada dia llegaba a mi cama casi muerta, pero sentía que valía la pena. Cuando vi la película completa, sentí que lo habia valido todo. Ellen fue estupenda y Texas es el mejor lugar para filmar. Me encantó hacerlo y pienso repetir.
Siempre pareces estar de buen humor. ¿Cuál es tu secreto?
Trato de tener una filosofía positiva ante la vida. Creo que somos campos de energía y que podemos elegir que esa energía sea positiva o negativa. Sé que suena como un rollo medio hippie y es porque yo soy un poco hippie (se ríe) Pero ser así me hace feliz y espero que eso se transmita a las personas que me rodean. Creo que si tú estás bien, los demás también lo estarán al percibirlo, para mí es como la regla de oro. Me gusta compartir lo bueno con los demás.