12 feb 2010

Carey Mulligan

Es un rostro nuevo en Hollywood, pero tiene mucha sustancia. Ha sido nominada para un Oscar a mejor actriz por Enseñanza de vida y tiene un brillante futuro a sus pies.

Miguel Cane



Hasta hace relativamente nada de tiempo, el nombre de Carey Mulligan no sonaba nada; era sólo una joven aspirante a actriz con pocas participaciones en cine y algo de prestigio en teatro, hasta que la cineasta danesa Lone Scherfig ( Italiano para principiantes ) la eligió entre centenares de aspirantes – algunas de ellas más famosas- para encabezar el reparto de An Education, en la que le da un nuevo giro a la figura de la jovencita que se enamora de un hombre mayor que ella.

Carey encarna a Jenny, una adolescente de 16 años en la todavía conservadora Gran Bretaña de principios de los 60, que debe decidir si continuar sus estudios en la Universidad de Oxford o seguir a David (un brillante Peter Sarsgaard), el misterioso y cosmopolita treintañero que la sumerge en un mundo fascinante de fiestas, viajes, galerías de arte, champagne y unos cuantos secretos. "Más que estar enamorada de David, Jenny está enamorada de la perspectiva de ese nuevo mundo", explica la actriz, cuyo rol es comparado con el de Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma , con el que ganó un Oscar en 1953.


Carey, nacida en Londres en 1985, es hija de un administrador de hoteles. Cuando era muy pequeña su familia viajó a Alemania. Allí vivió hasta los 8 años y, como pasatiempo, participaba con su hermano en las obras teatrales de su escuela en Dusseldorf. Al volver a Gran Bretaña, aunque sus padres querían que estudiara, se las ingenió para conseguir un papel en la versión dirigida por Joe Wright de Orgullo y prejuicio (2005), protagonizada por Keira Knightley, y comenzó a hacer teatro en Londres. Fue su actuación como Nina en el clásico de Chejov La gaviota la que llamó la atención de los productores, que llevaron la obra a Broadway, la pieza le ganó una nominación al Tony y una pequeña aparición en Enemigos públicos , junto a Johnny Depp desde entonces, esta chica no ha parado de trabajar.


En Orgullo y Prejuicio

Tienes una carrera que pese a lo breve, es notable... ¿Lo llamarías suerte o esfuerzo? ¿O una mezcla de ambas cosas?
Oh, suerte, suerte ¡sobre todas las cosas! Soy una mujer con suerte. (Se ríe) Anque eso no quiere decir que no me esfuerzo por obtener un papel, o que no doy lo mejor de mí en cada trabajo que hago, pero definitivamente, sé que tengo una posición privilegiada por alguna razón y estoy muy agradecida por ello.

¿Te da un poco de miedo la idea de convertirte en superestrella?
Pues no sé si será miedo, pero me siento muy sorprendida. Es decir, no es la primera vez que hago promoción de una película, no me parecía fuera de lo común, hasta que me percaté de que esta es la película más publicitada en la que he estado hasta ahora… hay muchas expectativas puestas sobre nosotros y con los Oscar, pues más todavía… cuando tuvimos nuestro día de prensa en Nueva York, le dije a Peter, esto es como una película, es decir, parece otro set de otra película. Él sólo se río. Me dijo que lo tomara con humor y tiene razón. Sé que ahora me va a ver más gente en esta película, que en las anteriores, que eran para otro tipo de público… supongo que es un paso hacia una dirección concreta, pero no creo que sea una superestrella, ¡por mucho!

¿Te sentiste identificada de algún modo con Jenny?
Pues más o menos. Cuando tenía 14 años, yo era muy académica, pero poco a poco empecé a alejarme de la escuela porque me interesaban otras cosas, como la actuación. La verdad, creo que no aproveché mucho mi educación formal y eso es muy triste. Me acuerdo de que hacíamos viajes escolares a museos o conciertos en Londres y para mí y mis amigos eran sólo buenas excusas para poder ir a comer a Pizza Hut o escaparnos a algún pub. Jenny, en cambio, sí tiene sed por aprender; es una apasionada del conocimiento y el mundo que la rodea. Además, es mucho más rebelde de lo que era yo. Yo era más convencional.


Tienes 24 años, ¿te resultó difícil encarnar a una chica de 16?
Me ayudó que las otras chicas en la película sí tenían 16 o 17 años. Y el uniforme escolar me transportó inmediatamente a esa época de mi vida. Lo gracioso fue que para hacerme ver más joven y para que mi cara se viera más fresca en las secuencias de la escuela iba casi sin maquillar. Pero en escenas en las que Jenny aprende cosas importantes sobre sí misma y se da cuenta de que ha ido demasiado lejos, la luz es más fuerte sobre su cara, lo que la hace ver como una niña con demasiado maquillaje que se vistió de adulta. Me parece que da un muy buen efecto de lo que le pasa a ella en su interior.

¿Qué fue lo que más te gustó de hacer Enseñanza de vida?
La ambientación... siempre me habían llamado la atención los años 60. La ropa, la música, los peinados, la gente que veías en las películas. Pero actuarlo es muy distinto, es como sumergirte en ese estilo de vida tan particular. Fue toda una experiencia en el sentido de que implica entrar en otro mundo. Ya había hecho algo así en Orgullo y Prejuicio, que además era en el siglo XVIII, pero aquí era todo el tiempo, entonces fue un proceso de inmersión total. Y me encantó.

¿Te deja algo la película, sientes que aprendiste algo nuevo?
Si, sí, por supuesto. Sentí que aprendía muchísimo. En mis escenas con Emma Thompson y Alfred Molina, era imposible no aprender algo. Con Peter, con Dominic Cooper... creo que todos mis compañeros y mi directora fueron sumamente generosos conmigo. Me dieron su tiempo para construir el personaje, para repasar líneas, para hablar de las motivaciones, de ese tiempo, de sentimientos... fue una maravillosa experiencia para una actriz joven.

Oliver Stone te llamó apenas vio la película, ¡eso es algo increíble!
Sí (se ríe). Me llamó después de vernos, para ofrecerme una audición para la continuación de Wall Street, y viajé a entrevistarme con él y obtuve el papel. Fue algo sorprendente y estoy muy contenta, y en cierto modo sí, eso es algo que también le debo a esta Enseñanza... ha sido importante.


¿En algún momento has sentido que el éxito te ha movido el piso? Ya sabes, entrar al juego éste de la celebridad…
No, no… Rodar películas no me hace sentir una celebridad ; lo que es más, mi vida continúa como siempre (sonríe). De todas maneras pensar en la fama es algo que me hace sentirme a veces un tanto incómoda, no me gusta la presión. La verdad es que soy más bien tímida en ese aspecto. Trato de ser crítica conmigo misma en mi trabajo, pero en mi vida personal disfruto al máximo cada instante de privacidad, porque es algo maravilloso (de momento, Carey sostiene una relación con Shia LaBeouf, a quien conoció en el set de Wall Street 2, aunque prefiere no discutir el tema). No voy a fiestas, prefiero quedarme en mi casa. Es curioso, pero podrías decir que cuando termino mi trabajo, sólo soy yo y lo que hago, es sólo asunto mío.

Ahora se dice que podría haber un vampiro en tu futuro…
[Carey ha sido mencionada frecuentemente en algunos medios como posible coestrella de Johnny Depp, Helena Bonham Carter y Anne Hathaway en la nueva cinta de Tim Burton, Dark Shadows, adaptación de la célebre telenovela de culto de los años 60, cuyo estreno se planea para 2011]
Bueno… (se ríe) …¡tengo muchos planes en mi futuro! Y seguramente, cuando yo lo sepa, ustedes también. Pero digamos que estoy feliz con muchas propuestas. Y todo irá, espero como tenga que ir. Me siento muy afortunada con todo lo que pasa. Y lo mejor es que siempre puedes encontrar otro sueño nuevo que te apasione… y si sucede, ¡es excelente!

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