Miguel Cane
Cuando apenas tenía diez años de edad, Shia LaBeouf (Los Ángeles, 1986) comenzó su carrera de actor y se hizo famoso entre los más pequeños, gracias a sus apariciones en Disney Channel y la serie Even Stevens, por la que fue nominado a un premio Emmy. Mientras tanto, seguía estudiando en la escuela 32nd Street Visual and Performing Arts Magnet, y aunque fue aceptado en la Universidad de Yale, dejó los estudios académicos por la clase de educación que no se consigue en la escuela y se convirtió en estrella de cine.
Al rodar la película Holes (2003) conoció a Sigourney Weaver y Jon Voight, quienes le enseñaron que la actuación podía ser algo más que un trabajo. Y con ese mismo filme cautivó la atención de alguien como Steven Spielberg, quien dijo que en cierta forma le recordaba a un joven Tom Hanks. Apadrinado por Spielberg, Shia se convirtió en la superestrella del estudio Dreamworks cuando lo eligieron como el “desconocido” protagonista de la primera película Transformers, y después fue contratado para interpretar al personaje del hijo de Indiana Jones en Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, dirigida por Spielberg, y en la que actuó con Harrison Ford y Cate Blanchett.
Cuidadoso con su imagen y poco afecto a los encabezados de la prensa sensacionalista, Shia fue personalmente elegido por Oliver Stone para acompañar a Michael Douglas, interpretando a Gordon Gekko, en la nueva película Wall Street 2: Money Never Sleeps. La cinta, que retoma la trama del personaje 23 años después, tiene un reparto impresionante, ya que LeBeaouf comparte créditos con los ganadores del Óscar Douglas (precisamente por Wall Street) y Susan Sarandon (por Pena de Muerte); y los nominados Carey Mulligan (por Enseñanza de Vida), Josh Brolin (por Milk: Un Hombre, Una Revolución, Una Esperanza) y Frank Langella. Además, por si fuera poco, durante el rodaje, el actor y la joven Mulligan iniciaron una relación sentimental – misma que al momento de escribir esta nota sigue vigente- que ostensiblemente fue auspiciada por Stone y de la cual, expresamente, LeBeaouf pide no hablar “tocaré cualquier tema excepto mi vida sentimental,” explica a los medios reunidos en una suite londinense, donde hablar de su incursión en este filme “es solo que considero que no puedo involucrar en mis actividades a alguien cuya intimidad merece todo mi respeto.”
El estreno de una secuela de Wall Street se antoja casi irónico en el clima económico globalizado de hoy.
Si, estoy de acuerdo totalmente, estamos hablando del crimen más grande de la historia. Y con el clima financiero que vivimos, el tema es bastante relevante para el mundo entero. Es un tema que está en la mente de todos. Y es un momento genial para estrenarla. Y con gente como Michael Douglas y Oliver Stone... ¿qué puedo decirte? Me siento muy impresionado de haber trabajado tan de cerca con ellos. Creo que es, por donde la veas, una película perfecta. Es de las que más me han gustado de las que he hecho.
¿Cómo reaccionaste la primera vez que estuviste frente a frente con Oliver Stone? ¿Impresiona encontrarse con alguien como él?
Claro que impresiona encontrarme con alguien como él. Es una leyenda viva, es un genio, pero también es mi jefe y tuve que sobreponerme rápido, pero la primera semana no lo podía creer. Dios... ¡Es Oliver Stone! No es algo que se va tan fácil. Steven tampoco es cualquier Steven. Uno puede llamarlo así, pero siempre va a ser Steven Spielberg, ¿ves? Lo mismo me pasa con gente como Harrison (Ford). Ellos son como Batman y Robin, para mí.
¿Cómo definirías, como actor, el trabajo de Oliver Stone?
Como te decía, Oliver es todo un personaje, un hombre muy inteligente, con una visión única en su trabajo. Soy admirador de sus películas y cuando llegó la oportunidad de trabajar con él, no lo pensé dos veces. Con Oliver, tú como actor sientes una plena libertad, pero también todo esta cuidadosamente planeado por él, cada toma, cada cuadro. Lo fascinante es que no se nota nada que su mano está ahí. Él hace que tú creas que realmente estás en la escena, al menos hasta que oyes su voz que dice “corte”. Es una experiencia que no había conocido antes y me sorprendió.
¿Piensas que el dinero es la raíz de todos los males o realmente compra la felicidad?
El dinero es la raíz de todo mal, cuando no se tiene, o también puede llegar a serlo, cuando se tiene demasiado. Sin opciones no hay felicidad. No siento estar arriesgando nada porque lo que Hollywood necesita es honestidad, yo creo que la única forma de llegar a la perfección o a la grandeza es a través de la honestidad, no a través de la publicidad. Pero me gustaría aclarar que ese es únicamente mi punto de vista y es muy particular.
¿Dirías que el éxito en las esferas empresariales – incluyendo la de la industria del cine- tiene fórmulas preestablecidas?
Bueno, supongo que deben existir, sé que si hasta ahora sigo trabajando,de algún modo es porque no permito las presiones para que acepte lo que todos quieren que haga. Pero al menos me he dado cuenta de que me tienen muchísima confianza en mi papel como actor. No lo sé, ya que siempre tuve cierta libertad, porque no me he sometido a ningún régimen o fórmula determinada. Siempre he apreciado la libertad. Y de cualquier manera, yo pienso que mis películas son exitosas conmigo o sin mí. Es decir, yo no tengo nada qué ver con que triunfen o no.
¿Puedes verte a futuro como una estrella de cine, o tienes otras ideas sobre qué hacer con tu vida?
No. Me veo como un actor. Creo que soy muy afortunado, pero mi madre solía decir que la suerte florece, pero que no dura para siempre, así que hay que aprovechar el día. Hasta ahora he estado muy enfocado en mi trabajo, apasionado al máximo con lo que hago y con el nivel de confianza necesario para seguir adelante. La confianza en ti mismo es importante ya que es lo que te hace salir adelante, cuando estás a punto de claudicar. Es lo que necesitas para sobrevivir en un ambiente tan competitivo. Ahora, si puedo conseguir grandes papeles en grandes películas, pues entonces será fantástico. Si no puedo ya veremos qué vendrá, cuando suceda. Yo soy un actor, trabajo así, desde muy joven es como me gano la vida, así que no creo que llegue a ser una estrella. Y si sucediera, trataría de no apartarme de la realidad: esa es la lección que aprendí de mi familia,mspadres procuran siempre mantenerme anclado a la realidad y no voy a olvidarme de eso. Creo que es lo más importante: ser fiel a ti mismo en todo momento.
