Miguel Cane
Alto, jovial, y muy directo, así es Ben Affleck (Boston, 1972), que dio el salto de actor adolescente infantil – su debut fue en la serie pedagógica para TV Voyage of the Mimi a mediados de los 80-, a ser una auténtica estrella de cine en Hollywood a finales de os años 90 tras pasar buena parte de la década haciendo cine independiente de la mano de Kevin Smith. En 1998, Affleck ganó un Oscar como mejor guionista con su amigo de la infancia Matt Damon – una relación que se ha ido ligeramente distanciando con los años, pero que en su momento fue un vínculo muy estrecho- por Will Hunting: una mente indomable y dio el salto a la fama con su paticipación en el éxito taquillero de Michael Bay Armageddon. A esto seguiría una década haciendo cine muy comercial y explotando su imagen ante las cámaras y fuera de los foros con una relación sentimental con Jennifer Lopez, que los puso en las portadas de todas las revistas de chismes, tuvo muy mal final y casi le cuesta la carrera.
En 2005, Affleck se casó con otra Jennifer – Garner, la actriz protagonista de la exitosa serie Alias- y juntos son los padres de dos niñas. Podría decirse que este matrimonio vino a ser un punto de partida para Affleck, ya que no sólo estabilizó su vida personal, también le ayudó a dar un giro a su carrera; se apartó de los proyectos “glamorosos” de Hollywood y volvió un poco a sus raíces independientes, dirigiendo a su hermano Casey Affleck en Desaparecida, un sólido thriller de 2007 y ahora repite como director con The Town/Atracción peligrosa, un filme escrito también por él, en la que interpreta a Doug MacRay, el jefe de una banda de Charlestown, un conflictivo barrio de Boston famoso por ser el origen de la mayor cantidad de atracos a bancos y a camiones blindados de todos los Estados Unidos. Affleck eligió al resto de los principales actores del filme: Rebecca Hall (conocida por su papel en Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen), John Hamm (de la aclamada serie de televisión Mad Men), Jeremy Renner (protagonista de En Tierra Hostil) y Blake Lively (Gossip Girl), filmando todo en locaciones naturales de Boston, lo que le representó una vuelta a casa, literalmente.
-¿Porqué elegiste esta película para continuar tu carrera como director?
Tuve varias razones. Creí que podía hacer un buen trabajo y a cierto nivel quería descubrir si podía hacerlo como director. También me pareció que tenía una buena historia, una buena arquitectura en su argumento. La historia transcurre en la ciudad en que nací, la gente hablaba de una manera que yo entendía, estaba muy cómodo con los personajes y el diálogo. Debajo de todo esto, temáticamente, estoy muy interesado en los temas que trata y creí que tenía estupendos personajes. Eso me gusta porque no está todo completamente cerrado para el espectador por su ambigüedad en el desenlace. Quería que la gente reaccionara. La película esta hecha para impactar, para entretener. Queria hacer una película como las de los 60 y 70, ¿sabes? Como Bullitt, como las de Eastwood.
-¿Fue dificil volver a la dirección?
La verdad es que para mí, dirigir es realmente difícil. No fue una situación sencilla el regresar a un foro para hacerlo. Pero también fue bastante divertido tener, como director, esa mano dentro de la película y no estar simplemente fuera sino poder controlar algunos de los aspectos.
-Además de dirigir, actúas. ¿Cómo compaginas los dos papeles?
Los dos me hicieron sentirme realmente bien y de cara al futuro me gustaría seguir haciendo ambos siempre que tenga la oportunidad. Para mí, todo es parte del mismo proceso, hacer una película, contar una historia, hacerlo visualmente. Es una forma interesante de expresar ideas. Creo que el riesgo es absolutamente necesario en el proceso creativo. Si tienes demasiado miedo al fracaso vas a tomar opciones muy conservadoras, sosas. Intentar lo inusual es la única forma de que pasen cosas interesantes.
-¿Qué conclusión sacas de esta experiencia?
Esta experiencia fue excelente para mí. Al estar en Boston, utilizar ese ambiente como escenario y empujarlo hacia delante dentro de la historia. Utilicé actores locales no-profesionales, no solamente los extras, y les di personajes dentro de la historia y eso me permitió englobar esta narrativa ficticia con una sensación de documental. Lo importante es no perder el ritmo narrativo. Personalmente espero poder centrarme en mis dos facetas en un futuro, aunque dependerá de lo que me llegue. Si es bueno, me gusta y quieren darme el trabajo, lo haré.
-Antes de casarte con Jennifer Garner, eras un blanco fácil de los papparazzi pero ahora que has formado una familia, estás más alejado del ojo público. ¿Crees que esto te ha permitido el adentrarte al terreno de director?
Solo me centro en mi trabajo e intento hacer lo mejor que puedo y dejo que los medios se preocupes por si mismo ya que están tan interesados. Aunque reconozco que ha sido estupendo que nos hayan dejado en paz. ¡No me gusta ser famoso! (se carcajea). En el último año, aunque rodé dos películas, quise tomarme un descanso y mantener las cosas calmadas, estar en casa con Jen y las niñas, leer, poner ideas en papel. Si te dedicas a esto eres automáticamente una figura pública. Mi familia y yo disfrutamos el no tener un perfil tan público, la verdad es que no me veo como un hombre lo suficientemente carismático como para que digan que soy una estrella, porque no tengo la vocación, ni las ganas, de serlo. Y creo que eso nos compensa en un momento dado.
-¿Qué proyectos tienes en mente para seguir a The Town/Atracción peligrosa?
No estoy seguro. Tengo varias cosas, algunas como director pero que son completamente ajenas a mis proyectos como actor y que necesitan que las empuje. Pero estoy esperando a terminar con la promoción de esta película, ir a casa, pasar un tiempo con mis chicas favoritas y después, centrarme. Lo primero que quiero hacer no pensar en nada que no sea mi familia durante unas semanas y luego pensaré en cuál será mi próximo trabajo.
-Pero también tienes compromisos como activista y recaudador de fondos, para la lucha de los derechos humanos en Congo.
Es verdad. Estar implicado me ha dado mucho. No sé cuánto les he ayudado y las verdad eso no me importa, porque a mí me han ayudado mucho. Me hace sentirme bien como persona. Me conecta con esta idea de lo que es importante en la vida. Me hace sentirme que estoy viviendo de acuerdo a la persona que quiero ser y al mismo tiempo me inspira para hacer mi vida mejor. Ahora bien, no me engaño en pensar que simplemente porque aparezco de vez en cuando en algún lugar de repente las vidas de las personas van a mejorar. Son motivaciones egoístas. Lo importante es trabajar para ayudar a los que lo necesitan. No sólo hace que uno se sienta mejor y en el proceso esperas poder lanzar algo que sea útil para las personas que te rodean. Es importante tener presentes a los demás.