Miguel Cane
Cuando Charlotte Gainsbourg (Londres, 1971) era niña, aprendió con sus padres, el legendario compositor y showman Serge Gainsbourg y la mítica actriz, cantante y modelo, Jane Birkin, que en el mundo artistico los límites son más flexibles que en otros ámbitos. Eso, asegura, la hizo ser más intrépida a la hora de correr riesgos con su carrera, de ese modo, se ha convertido no sólo en actriz, también es cantante y modelo – le viene de familia – y ha trabajado con directores como Alejandro González Iñárritu, Michel Gondry y Lars von Trier, para quien ha dado lo que muchos llaman no sólo la actuación de su vida, sino de la historia del cine moderno.
En Anticristo, filme que causó controversia y sensación al estrenarse por primera vez en el Festival de Cannes de 2009, Charlotte hace mancuerna con Willem Dafoe, como parte de un matrimonio aparentemente convencional que tras la accidental muerte de su único hijo, se aisla en una cabaña rural con el ostensible fin de recuperarse de su pérdida, pero que termina descendiendo en un auténtico infierno de colapso mental y violencia tanto natural, como sobrenatural.
Trabajar con von Trier siempre implica una entrega que va más allá de lo habitual, especialmente para las actrices que han colaborado con él, como Emily Watson, Nicole Kidman o Björk, es decir, llegaste al set prevenida de como iba a ser el filme...
"Es cierto. Pero sabía a lo que iba. Es decir, desde hacía años yo quería trabajar con él, conocía su trabajo y lo admiraba enormemente. Él no quería llevarme en esta cinta, ¿sabes? Tuve que buscarlo mucho, pelear por este papel, pero lo que yo quería era tener esta experiencia, aunque nadie nunca me había pedido ir tan lejos.
¿Pero fue satisfactorio salirte con la tuya? El resultado en pantalla es impactante.
“Terminé cansada, pero al mismo tiempo fue tan excitante y tan intenso, con tanto sufrimiento, que fue duro. Pero nunca había vivido nada tan fuerte. Como actor, es lo que esperas, porque no me gustan las cosas obvias y aburridas y esto es lo que he hecho en mi experiencia en el cine. Algunas veces me sentí realmente mal. Era al comienzo del día de rodaje, cuando él decía, buenos días ahora vas a hacer la escena, y tenías cinco páginas y tenías que hacer lo que pensabas que estaba bien y luego te decía que eso había estado realmente mal y entonces dice, Charlotte, vamos a volver a filmar esto, porque no me gustó cómo se ve. Y entonces hay que volver a hacer acopio de fuerzas para gritar y hacer todo lo que acabas de hacer.”
¿Y como director fue lo que esperabas?
"Sentí confianza en él casi de inmediato y de cualquier forma, él me pidió que confiara en él. Para él era importante que en las escenas de desnudos y de sexo yo siempre tuviera la confianza de que no me traicionaría o que pusiera algo de lo que pudiera sentirme avergonzada, eso siempre quedó claro.”
¿Cómo te relajabas después de esas horas de rodaje tan intenso?
“Iba a mi hotel y llamaba a mi marido [el cineasta Yvan Attal], a mis hijos y a mi mamá, con la que hablaba casi diario. Ella me animaba mucho para seguir adelante. Era curioso porque le hablaba de cómo era cada día y resultaba divertido, pero era como si ella ya hubiera hecho ese viaje antes y casi me dio el permiso para hacer lo que estaba haciendo y saber que estaba bien e incluso sentirme bien con ello, no avergonzada.”
Bueno, eres hija de artistas, es más fácil que haya comprensión a este tipo de trabajo.
"Mi padre (Serge Gainsbourg) era un agente provocador por puro gusto. Lo disfrutaba una barbaridad, creo que es una cosa artística pero creo que yo sólo soy una intérprete y que la fuerza viene de Lars, aunque es verdad que para mí Anticristo tiene algo de Je t'aime moi non plus (el filme en el que su padre dirigió a su madre en 1976) pero desde luego no es el mismo tema, y es que en esa película había esa misma provocación ue en aquel tiempo puso a mi madre en una situación que perfectamente puedo relacionar con esta película".
¿Cuál dirías que fue la escena más difícil de filmar para ti?
“No lo sé. A veces creo que serían dos, una escena clave con Willem, en la que yo lo torturo y lo mutilo – tuvimos que hacerla en una sola toma, no aguantaba más, ni él tampoco – y también, otra en la que él tiene que apretarme el cuello para estrangularme. Antes de rodar, me puse muy nerviosa y resultó muy doloroso físicamente porque quise hacerlo de esa manera. Le pedí a Willem que fuera duro, aunque él no quería, porque hace unos años tuve un accidente y tuve lesiones en la cabeza y él pensó que podía hacerme daño. Yo insistí, de pronto me descubrí provocándolo. Willem comenzó a estrangularme y yo tuve un derrame de adrenalina, que me asustó, aunque también de una manera positiva.”
Se ha dicho que el filme es misógino e innecesariamente violento ¿qué opinas tú, como mujer y protagonista?
“Creo que es el punto de vista de un artista de verdad, aunque sea tan violento. Es violento en la misma medida que la vida real lo es. Lee el periódico o ve un noticiero. Lo considero interesante, aparte de que soy parte de ello. Por otra parte, no creo que no respete a las mujeres. Para mí él tiene parte de la mujer (el papel femenino en el filme) muy clara y yo lo vi claramente durante el rodaje, creo que lo estaba interpretando al dirigirme, aunque en el guión están sus temores muy personales sobre las mujeres, pero es que lo considero fascinante. Tengo una sensación muy intensa con esta película porque la experiencia fue muy fuerte y estoy muy orgullosa de estar en ella pero eso no significa que me sienta próxima al personaje. Le hice muchas preguntas a Lars durante el rodaje sabiendo que en realidad él no sabía las respuestas pero sí quise saber cuál era su idea, si realmente había un significado religioso debajo por si había referencias que tuviera que conocer, pero él no lo decía, aunque no de manera testaruda, sino que de verdad decía que no lo sabía y pienso que está bien mantener ese misterio alrededor de algunas de las preguntas sobre el origen del mal. Realmente no importa. Fue la experiencia más fascinante de mi vida como intérprete y sé que son películas que posiblemente nunca vuelvan. Entonces te entregas con todo lo que tienes y vives el momento. Si ésto es lo que queda, si esto es por lo que van a recordarme, en caso de hacerlo, yo estoy conforme.”