Miguel Cane.
En poco menos de una década, Bradley Charles Cooper (Philadelphia, 1975) ha ido subiendo escaños en el mundo de la fama: desde sus primeras apariciones en teleseries como Alias y Jack & Bobby, y pasando por papeles secundarios en numerosas cintas. Fue a partir de 2009, con la primera parte de la trilogia ¿Qué pasó anoche? (The Hangover) que demostró dos cosas: un talento maleable y versátil, y el carisma suficiente para sostener una película como imán de taquilla. Esto lo ha llevado a trabajar codo a codo con figuras como Robert DeNiro, Jeremy Irons, Ryan Gosling o Jennifer Lawrence, junto con quien fue nominado a un Oscar este año por Los juegos del destino.
No obstante sus bonos tan altos, Cooper busca mantenerse sencillo, jovial y con los pies en la tierra, y alterna cine comercial con filmes independientes. Recientemente estuvo en carteleras El lugar donde todo termina, en la que encarna a un policía atormentado, y ahora se estrena en México la cinta final de la trilogía que lo lanzó a la fama, en la que vuelve a un rol de comedia. “Ha sido un año muy movido”, señala, y tras terminar otros proyectos que ya están filmados, este verano le toca descansar por primera vez en largo tiempo.
HA SIDO UN AÑO AGITADO PARA TI: NOMINACIÓN AL OSCAR, RODAJE EN TORONTO, EL ESTRENO DE LA NUEVA ¿QUÉ PASÓ ANOCHE?
Sí (sonríe) lo sé. La verdad es que me siento muy afortunado y estoy viviendo un año increíble. Pero definitivamente también necesito unas vacaciones y este verano me toca. La idea de tener tres meses de no hacer nada, literalmente nada, me parece maravillosa. Un poco un espejismo, porque ya tengo otras cosas alineadas, pero maravillosa idea de todos modos (ríe).
AL MENOS EL RODAJE DE ESTA TERCERA PARTE DEBIÓ SER DIVERTIDO.
Es cierto, lo fue. ¿Sabes que ahora en Las Vegas hay imitadores que van por ahí vestidos como los personajes? Zach (Galifianakis su coestrella) los vio y se tomó fotos con ellos. Fue muy divertido. Creo que lo mejor es que seguimos siendo el mismo grupo de amigos y esta es la última película de la saga. Nuestros personajes vuelven a reunirse, pero, a diferencia de las otras, aquí no reconstruimos nuestros pasos y no hay lagunas. Lo que sí hacemos es mirar hacia el futuro, para tener una aventura por última vez.
¿LA ÚLTIMA, DE VERDAD? ¿NO HABRÁ PARTE 4?
No. Todd Philips, el director, invirtió seis años de su vida haciendo la trilogía. De hecho, cuando hicimos la primera, jamás pensamos que habría otras, y es hora de que siga con otros proyectos y nosotros también. Volvimos con Todd a hacer esta tercera parte por amistad, por lealtad y cariño a los personajes pero esta historia ya se contó. Ahora él quiere dirigir otras historias y me parece excelente. Espero colaborar con él de nuevo, porque fue genial.
¿A TI TE GUSTARÍA DIRIGIR?
Sí, siempre he querido dirigir. Incluso cuando empecé a estudiar arte dramático pensaba en que un día me gustaría hacerlo. Mira, a mí me marcó mucho El hombre elefante, y no solo por la magnífica actuación de John Hurt, sino por la dirección de David Lynch. Aluciné con su proceso de contar historias, y eso también me inspiró para querer dirigir. El cine implica mucha colaboración, he sido productor ejecutivo de varias películas y me gusta inmiscuirme en todas las facetas. Me encanta colaborar con el director, como en este caso Todd, que integra a los actores a su proceso de dirección, y me gusta también implicarme en el proceso de edición si me lo permiten, y, en realidad aprendo mucho. Eso es lo que realmente me importa.
TAMBIÉN HACES CINE INDEPENDIENTE, ES IMPORTANTE ESE BALANCE PARA TI.
De hecho sí. Los juegos del destino y El lugar donde todo termina, por ejemplo, se hicieron de manera independiente y me han dado muchas herramientas para crear personajes complejos. En El lugar donde todo termina, aprendí mucho. La actuación de Ryan Gosling es fantástica y creo que Eva Mendes nunca ha estado tan bien. Es una historia oscura en la que mi personaje es alguien muy contenido, casi no dice nada, todo va mucho por dentro. Fue una gran película. He sido afortunado en mis proyectos; tanto los independientes como los comerciales. Me gusta poder compaginarlos, pasar de uno a otro. Ambos estilos de hacer cine, pueden ser muy satisfactorios.
¿CÓMO LLEVAS EL INCREMENTO DE LA FAMA? ¿TE CAUSA COMPLICACIONES?
En absoluto. Verás, cuando yo era mucho más joven y apenas iba empezando a figurar, había hecho algún capítulo de Sex & The City —que fue mi primer trabajo, te hablo de hace casi 15 años— y otras cositas, la gente empezó a decirme: “Tu cara me suena, ¿eres actor?”, y me encantaba. Pero también, siendo joven y sin experiencia, me lo creí y tuve mis momentos de creerme que era la gran cosa y la fama se me subió a la cabeza. Por suerte, tengo amigos y familiares que me trajeron de vuelta a la realidad y me recordaron que no soy absolutamente mejor que nadie. Sí, ahora me conocen más y me toman fotos y hay más gente que se acerca en restaurantes y aviones y quieren hablarme. Está bien, comprendo que es parte de todo y que ahora tengo suerte, porque estoy de moda, porque mi trabajo se ve. Pero todo tiene una fecha de caducidad y un día volveré a ser anónimo. La fama es relativa y no tiene por qué regir mi vida.
HAZ LLEGADO HASTA ESTE PUNTO ¿Y AHORA QUÉ SIGUE?
Mi plan inmediato, es disfrutar del verano vagabundeando por Europa, y en octubre, volver a rodar. Hay proyectos con varios directores; uno con Cameron Crowe, escrito por él, en el que trabajaré junto a Emma Stone. Estoy muy contento. Y otros proyectos en puerta de los que no puedo hablar aún. Pero está bien, me entusiasma poder seguir trabajando. Y quién sabe, uno de estos días te tomo la palabra y acabaré dirigiendo algo. Seguiré evolucionando, creo que es lo que todos queremos en la vida, ¿no?