25 jul 2013

Keri Russell: Snowden terminará convirtiéndose en una película

Keri Russell

Miguel Cane.



Desde su debut, de la mano del hoy famoso director de cine JJ Abrams, en la serie de TV Felicity hace ya quince años, Keri Russell (Los Ángeles, 1976) se convirtió en uno de los rostros más reconocidos de su generación.



Tras cuatro temporadas de éxito, se apartó de la pantalla chica, incursionó en el cine tanto en proyectos independientes (el filme de bajo presupuesto Waitress, que le valió reconocimientos en festivales internacionales) como éxitos taquilleros (Misión Imposible III) y ahora reaparece en el medio del que surgió como una de las protagonistas de The Americans, una serie de espionaje ambientada durante la guerra fría, en la que su personaje, Elizabeth Jennings, está a años luz de la dulce y sensible Felicity Porter.



El año es 1981, Ronald Reagan acaba de acceder al poder y la guerra fría con Rusia ha alcanzado su momento más álgido con una escalada en las escaramuzas entre las agencias de inteligencia de ambas naciones y una carrera armamentista desmesurada. Como parte central de la trama, en un suburbio residencial de Washington DC, la KGB ha “sembrado” dos agentes de máxima eficiencia: los Jennings, que fueron entrenados como lo mejor que hay; han renunciado a sus vidas anteriores y se han convertido en estadounidenses modélicos. Mientras que Philip parece un amable agente de viajes y Elizabeth representa al ama de casa y madre perfecta, llevan a cabo peligrosas misiones de espionaje y son capaces de cualquier cosa, incluso matar, para cumplir con su deber.



En medio de la acción y el suspenso, el vínculo del matrimonio y su vida doméstica serán cada vez más complejos a medida que empiezan a sentir afinidad como familia, en contraposición a las oscuras relaciones que deberán mantener con otros espías y agentes. La tensión llega a su punto máximo con la llegada de Stan Beeman (Noah Emmerich), el vecino de la casa de enfrente, que es nada menos que un agente de inteligencia del FBI.

Por esta serie, Keri ha sido hecha candidata a un Emmy como mejor actriz y ha recibido las mejores críticas de su carrera, ya que se trata de una interpretación plena de matices y paradojas, que le permiten desplegar un enorme talento que no está en absoluto reñido con su belleza, su carisma y su sencillez al hablar con la prensa.



Para toda una generación fuiste – y serás siempre, de algún modo – Felicity, el primer amor de muchos adolescentes y un ejemplo a seguir para muchas jóvenes universitarias. ¿Qué te atrajo del papel de Elizabeth Jennings, que es tan complejo y tan oscuro?
Exactamente eso: su complejidad. Siempre tendré cariño por Felicity, me dio una carrera, pero creo que este es un paso a la madurez. Me encantó cómo aparecía en el papel Elizabeth cuando leí la propuesta del programa y los primeros guiones, porque es como, por así decirlo, una muñeca rusa, ¿sabes?

¿Como una matrioshka, quieres decir?
Exacto. Le das la vuelta y revela otra faceta en su interior, y otra. Es una mujer, una esposa, un ama de casa, una madre, una espía, una asesina, una patriota... es muchísimas cosas. Me pareció que todos los elementos diferentes que la componen son convincentes. Lo más interesante para mí es realmente esta relación con su esposo y compañero espía de la KGB, Philip (interpretado por Matthew Rhys de la serie Brothers & Sisters). Me pareció fascinante la idea de que era este matrimonio de pura fachada, ocultara emociones: llevan juntos desde 1965, que es el año en que los “implantan” en Estados Unidos, tienen dos hijos pequeños, pero todo es parte de una misión de espionaje – sin embargo, queda muy claro que él obviamente está enamorado de ella, ¿pero está ella enamorada de él? ¿Simplemente lo considera un camarada? Me gusta la complejidad de todas esas cosas. También que ella es la más fría de los dos, que es la más dura y qe tal vez no sea la mejor madre, quiero decir, ella ama a sus hijos, pero creo que todavía le resultan extraños. Está muy comprometida con su trabajo y su causa, que tener que criar a los niños en un estilo de vida opuesto a sus valores le causa un conflicto que a mi me interesa.



Tomaste un gran riesgo con este programa y te salió bien.
Hasta ahora sí, pero esta es una carrera de riesgos, sabes, nada es seguro. Tú como actor apuestas por un piloto que te interesa, pero no sabes si va a llegar a ser serie. Y aún cuando se estrena una serie, no sabes cómo la va a recibir el público, si va a durar al aire, si la renovarán. Todo es un gambito y a veces sale bien. En este caso, el tema del espionaje le ha gustado al público, y el presidente de la cadena nos ha dado todo su apoyo. Veremos qué sucede en la siguiente temporada, porque hay muchas historias que queremos contar todavía.

¿Qué recuerdos tienes de crecer en los años ochenta, durante la Guerra Fría? ¿Te sirvieron para acercarte al personaje?
Bueno, la serie está ambientada en 1981, yo era muy pequeña, pero ciertamente me acuerdo de los elementos de la cultura popular, al igual que cómo cada villano en una película tenía acento ruso (se ríe). Pero lo más importante es que al hacer la investigación para entrar en la piel de Elizabeth, fue el cómo me sentí. ¿Sabes? Creo que como cultura, éramos tan patriotas como ahora, pero de una manera absoluta, de hecho, yo la llamaría casi inocente. Estábamos orgullosos de ser estadounidenses. Y que quede claro que no digo que no lo estemos ahora - es sólo que ahora hay un sentimiento más adulto, más diferente al respecto. Hoy en día sabemos un poco más, estamos más conscientes de la opinión pública sobre la forma en que estamos inmersos en el mundo, y creo que eso es en lo que me baso. Elizabeth tiene su propia historia y defiende sus creencias y sus ideales, que no son los del país en el que vive. Estar en esa encrucijada es lo que la define y la hace más fascinante.

Hablando de espionaje, ¿has visto los encabezados de las noticias recientemente? ¿Qué opinas de que esté sucediendo aún ahora?
¡Lo sé! Es interesante todo lo que está pasando. Lo veo en las noticias y pienso, esto es como un thriller, pero es real. Completamente real. Sonará a cliché, pero es increíble cómo la realidad es más intrincada que cualquier guión de ficción. Esto [el caso Snowden] seguro acabará convirtiéndose en una película... y una muy buena, sin duda.

¿De qué manera compaginas tu trabajo con la serie con el cine?
Tengo dos hijos muy pequeños aún, y trato de pasar el mayor tiempo posible con ellos. Hacer la serie, que rodamos en Nueva York, me viene muy bien porque paso más tiempo en casa. Al ser temporadas de trece capítulos, la escaleta de rodaje está programada de forma en que contamos con tiempo para hacer otros proyectos, teatro, cine. Soy selectiva con los papeles que hago en cine, precisamente por estar con mi familia, pero cuando llega alguno que no puedo dejar pasar, hago lo que puedo para que todo encaje. Por lo pronto espero la segunda temporada de The Americans, y quiero volver a este personaje que me gusta tanto. Lo demás, llegará a su tiempo.




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