Miguel Cane.
Dar el salto de ídolo juvenil a actor serio no es algo fácil, pero para Zachary David Alexander Efron (San Luis Obispo, California, 1987) la transición ha sido más compleja, porque lo ha hecho en el ojo de un huracán de paparazzi y admiradoras adolescentes alrededor del globo. Aunque se inició en teatro desde que era niño e hizo algunas apariciones en televisión desde su adolescencia, su carrera realmente despegó cuando a los 18 años participó en el telefilme High School Musical, de la casa Disney, que lo catapultó a la fama y a los sets de cine en los que ha trabajado con figuras como John Travolta, Michelle Pfeiffer, Kim Basinger y Ray Liotta.
Ahora llegó la oportunidad de interpretar su primer rol adulto en la polémica cinta The Paperboy (titulada en México Amores peligrosos), basada en la novela de Pete Dexter, dirigida por Lee Daniels y que compitió por la Palma de Oro en Cannes. Efron trabaja al lado de Nicole Kidman, Matthew McConaughey y John Cusack en su personificación de Jack Jansen, hijo del dueño de un periódico en una ciudad del sur de Estados Unidos a finales de los sesenta. Su hermano mayor (McConaughey), que es periodista investigador, y Charlotte Bess (Kidman), una tentadora mujer, los involucran en la investigación de un crimen cometido en los pantanos de Florida, todo con el fin de exonerar a un preso acusado (Cusack); pero las circunstancias son mucho más siniestras y retorcidas y el muchacho tendrá que someterse a un duro golpe de realidad al descubrir que nada es lo que parece.
¿CÓMO HA SIDO LA TRANSICIÓN HACIA EL CINE ADULTO? ¿TE SIENTES REALIZADO?
¡No, para nada!, yo más bien me siento ansioso por seguir creciendo, por seguir probando cosas nuevas, y no creas que es fácil. Yo siempre trato de encontrar papeles que realmente me gusten, que me ayuden a hacer cosas distintas, y eso puede ser algo complicado porque los estudios suelen desarrollar sus películas sobre unos patrones que están algo estandarizados.
SIN EMBARGO, ESTÁS EN UNA POSICIÓN PRIVILEGIADA AL PODER ELEGIR...
Sí, la verdad tengo mucha suerte. Me ofrecen cosas de todo tipo, no tengo que buscar trabajo como antes, y lo agradezco. Entre todo lo que me ofrecen, trato de buscar esa película que a mí me gustaría ir a ver al cine y que además me haga crecer como actor. Me gusta aceptar desafíos para así poder sorprender a la gente. Después de High School Musical muchos de los papeles que me ofrecían se parecían demasiado a lo que ya había hecho, así que antes de lanzarme a rodar sin pensar, decidí parar un segundo y plantearme realmente con qué directores me apetecía trabajar.
NO TE CONFORMABAS CON LA IDEA PRECONCEBIDA DEL ÍDOLO JUVENIL Y LA FAMA FÁCIL QUE CONLLEVA...
Exactamente, no quería conformarme, quería seguir creciendo y si, por ejemplo, para ello debía cobrar menos, pues adelante. Y si hacer una película como The Paperboy pone en riesgo mi imagen con las adolescentes, lo siento. No puedo ser un adolescente para siempre, aunque nunca olvidaré que así empecé y que les debo mucho a esas chicas que ven las películas y compran las revistas y todo eso. Pero es necesario crecer, tú sabes cómo es eso. Si no evolucionas te estancas y en 10 años, ya no tienes nada qué hacer. La suerte que tengo es que sí me surgen proyectos interesantes, como cuando me llegó el guión de esta película. Jack es uno de los mejores papeles que me han ofrecido.
¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE CAUTIVÓ DEL GUIÓN CUANDO LO LEÍSTE?
La historia de amor entre estos hermanos, historia de amor que es la de la obsesión por Charlotte y las relaciones interpersonales que se dan entre los personajes. Es algo muy sórdido, pero también de una belleza incomparable. Además, como te decía, yo me tomo muy en serio a toda la gente que me ha estado siguiendo y apoyando desde mis inicios. Sin ellos no sería lo que soy. Pensé que les gustaría a las fans porque muchas han crecido conmigo, han cambiado como yo y ahora ya son mayores de edad. Así que también el modelo de películas en los que participo debía cambiar. Y me moría de ganas de trabajar con Lee Daniels, sin duda, uno de los mejores directores con los que he trabajado nunca.
¿TUVISTE ALGUNA RESERVA, O COMPRENDISTE EL MÉTODO DE DANIELS DESDE EL COMIENZO?
Siempre he visto a Lee como un artista brillante, así que lo seguí ciegamente, confiado y entusiasta. Él es un creador que busca la belleza aun en lo más crudo, y la esencia de la verdad en todas las historias que cuenta, así que creí en él y siempre me sentí seguro. Yo era fan de su trabajo. Precious es una película maravillosa y real, y sabía que él tenía mucho que enseñarme. Y yo estoy aprendiendo siempre. Lo único que dijo que quería de mí, era que no tuviera miedo de hacer las escenas que como Jack tenía que hacer, bailar semidesnudo en la lluvia, algunas escenas muy violentas, y no lo tuve. Confié y confío totalmente en él.
¿CÓMO TE SENTISTE AL ESTAR FRENTE A FRENTE CON NICOLE KIDMAN? ¿TE DIO CONSEJOS?
Nicole es alucinante: es una gran estrella; yo estaba nervioso al principio, porque hombre ¡es Nicole! Y sin embargo, es muy sencilla, sigue divirtiéndose mucho durante el rodaje. Su personaje, Charlotte, no tenía nada qué ver con ella y eso le gustaba, ya sabes, poder jugar con los límites. Tuvimos una escena de la que todo mundo habla, no es secreto, a mi personaje lo muerden unas aguamalas en el mar y ella tiene que orinar sobre Jack para aplacar el ardor. Primero yo estaba un poco mortificado, no sabía qué iba a pasar, y ella y Lee me sorprendieron por su aplomo. Ella hizo lo que tenía que hacer y Lee lo filmó y quedó en un par de tomas. Totalmente profesional. Es maravillosa. Además, es muy cariñosa. Más que consejos, me hablaba de su experiencia y escuchaba lo que yo tenía que decir, es una gran escucha: está llena de vida, es alguien muy especial.
AHORA QUE HAS RODADO UN DRAMA, ¿CUÁL ES TU PRÓXIMO RETO PARA SEGUIR CAMBIANDO DE IMAGEN?
Me encanta superar todos los prejuicios, demostrar que puedo hacer cualquier cosa. Me atrae lo que me obligue a superarme. Después de hacer esta película veo que no tengo miedo a hacer cosas inesperadas, romper el estereotipo y madurar como intérprete y como persona. Antes me preocupaba mucho lo que la gente pudiera pensar de mí, pero ahora no. No podría vivir pensando en lo que van a opinar sobre mí... ¡es imposible gustarle a todo el mundo! En todo lo que hago procuro celebrar lo bueno y olvidar lo malo. Trato de concentrarme y disfrutar del trabajo. Eso es lo que quiero.