28 ago 2014

Dwayne Johnson: “Si voy a ser el rey de algo, que sea en el cine”.

Miguel Cane.



Ocupando el trono que Stallone y Schwarzenegger dejaron vacante en el cine de acción, el californiano Dwayne Johnson (1972), tras una larga carrera en los cuadriláteros y siendo hijo y nieto de luchadores, aprovechó al máximo cada oportunidad, hasta superar nada menos que mil 500 millones de dólares en la taquilla de sus películas.

Jovial y sencillo, Johnson causó furor con un contrato de 5.5 millones de dólares por su primer trabajo, e incluso figura en el Libro Guiness de los Récords como el actor mejor pagado en su debut en The Mummy Returns, a la que seguirían, entre otras cintas, Doom, The Tooth Fairy, Planet 51 y más recientemente la saga de Rápido y furioso. Ahora encarna a un héroe de la antigua Grecia que bien podría ser un dios en Hércules, dirigida por Brett Ratner, uno de los directores especialistas en el género de acción.



¿Te gusta que el público te llame El Rey de las películas de acción?
El título suena bastante bien. Si voy a ser el rey de algo, que sea en el cine. La verdad es que me emociona la reacción del público a mi trabajo. Lo hago para ellos.

¿Es cierto que en tu infancia ya filmabas videos con diálogos de las grandes películas de acción?
Es verdad (ríe). Como era hijo único, cuando tenía nueve o 10 años, para entretenerme y que no le diera lata, mi mamá ponía una de esas viejas videocámaras y la dejaba grabando por horas y horas. Y ahí era donde yo practicaba los diálogos de mis películas favoritas, que en ese entonces eran las de Rocky e Indiana Jones y El arca perdida, además de algunas películas de Richard Pryor que no eran para nada apropiadas en aquel entonces.



¿A qué otras superestrellas de acción admirabas?
Clint Eastwood siempre fue una inspiración para mí. En mi juventud lo admiraba a él, también Harrison Ford y Sylvester Stallone. Eran verdaderos hombres para mí. Pero a Clint Eastwood es al que más admiré siempre, por su carrera.

Ahora interpretas a un personaje legendario, Hércules.
Cuando era niño sentía un gran aprecio y cariño por el mito de Hércules. Vi algunas de las películas clásicas con Steve Reeves y siempre fue una gran inspiración. Hércules es un proyecto que me ha apasionado durante mucho tiempo. De hecho es un proyecto que hace 10 años empezamos a desarrollar. Te digo, Hércules siempre fue un personaje que admiré desde que tengo memoria, en las diferentes versiones, hasta en el dibujo animado. Y tener esa conexión tan profunda, es genial. En la época cuando yo recién había entrado en Hollywood, Hércules era uno de los proyectos que siempre busqué. Pero en aquel entonces no tenía la posibilidad de decir “quiero hacer eso”. Por eso me pone tan feliz lograrlo.

Se puede decir que éste es un proyecto especial para ti.
Totalmente. Aunque te diré que hacerla no fue tan fácil. También es un desafío asombroso producir una versión tan especial de Hércules, respetando la mitología, trabajando con las bases de la novela gráfica de Steve Moore, donde él tampoco aceptaba su destino ni su fe, hasta el final. Es emocionante. Y me gusta que Brett decidiera trabajarlo así, como un hombre normal en situaciones extraordinarias, no como un semidiós todopoderoso. De este modo, se plantea un héroe de verdad y además se muestra todo su trabajo en equipo con sus amigos y aliados.

¿Habías pensado que podría ser como una película épica clásica?
¡Claro! ¡Me encantaban esas películas cuando niño! Y son muy importantes en la historia de Hollywood. Las cintas de espada y sandalia, que les llaman, es todo un género y un gran espectáculo en sí mismo. Hay grandes clásicos como Quo Vadis o Ben Hur o más recientemente, Gladiador. Y me gustaría que esta película pudiera llegar a ocupar un lugar con ellas.

Ahora bien, no eres un dios griego, pero los músculos no son de juguete ¿Cuánto entrenas por día para estar en forma?
Probablemente entre una hora y media y una hora 45 minutos, muy temprano por la mañana. Todos los días. Aunque a veces me doy un break. Pero con Hércules tuve que seguir un plan de 14 semanas de preparación. Fue muy intenso.

¿Sigues alguna dieta en particular?
La dieta que sigo es muy detallada, pero es necesaria. Y con supervisión. Yo como seis veces al día, todo está muy medido, entreno dos veces al día. Pero también cuando estoy filmando, hay que seguir modificaciones al plan. Siempre me tengo que preparar para algo. Y es un tema que los directores también tienen que soportar, porque si piden que todos los actores estén a las ocho de la mañana, les tengo que avisar que también calculen mis cuatro horas para entrenar. Para mí no es un sacrificio, estoy acostumbrado. Y ellos me ayudan mucho. He tenido muy buenas experiencias con los directores con los que he trabajado.

¿Más allá de las películas de acción o las comedias que has hecho, alguna vez pensaste en hacer algo más dramático?
Por supuesto, y te diré que me encantaría. Y supongo que tuve una oportunidad con películas como Pain and Gain o Southland Tales. Cuando las veas, vas a entender lo que digo. Son películas que haces por gusto, que son arriesgadas. Siempre pienso que me encantaría hacer algo completamente diferente, dependiendo del material también. Supongo que el estilo de cine que hago refleja muy bien quién soy. Yo encantado haría Shakespeare si me lo propusieran... aunque no soy el primero que llaman los ejecutivos del estudio de cine cuando piensan en algo así.

¿Qué tienes en perspectiva para tu futuro? No descansas nunca…
Sí descanso. Solo parece que hago muchas películas al mismo tiempo, pero no es así. Moriría de cansancio, si no me tomara vacaciones. Aunque sea unos días, lo hago. Te explicaré cómo trabajo. Los estudios estrenan sus películas dependiendo lo que se tenga planeado a lo largo del año. Yo puedo hacer un par de películas en una parte del año y luego otras dos, y de pronto se estrenan muy seguido. Esto hace que parezca que no descanso, pero créeme, también sé cuidarme. Tengo muchos planes a futuro, propuestas para hacer películas, y si consigo que todo se realice como se debe, pues qué mejor. Esta carrera para mí es un sueño. Y me ha costado mucho. Así que leo las propuestas que me hacen y veo lo que mejor funciona o lo que más me gusta. Y si es un proyecto como esta cinta, que me llevó a viajar y a trabajar con estupendos actores y con un gran director, ¡pues aún mejor!