3 jun 2009

Beyond Band of Brothers. The War Memoirs of Major Dick Winters

Jacobo Bautista




La gente que vende libros en Estados Unidos sabe muy bien cómo hacerlo. Habiendo decidido hace un par de meses que ya bastaba de leer libros de guerra, me metí a Amazon con la firme intención de comprar un par de películas y un libro autobiográfico del baterista de la banda de rock progresivo Pink Floyd.

¡Y ahí estaba el anuncio! Dick Winters, quien fuera capitán del 506 regimiento de paracaidistas en la segunda guerra mundial, acababa de escribir un libro y éste acababa de salir a la venta. Débil como soy, lo compré.

Ora bien ¿quién es Dick Winters y por qué tanta emoción? Bueno, todo comenzó con la serie de televisión Band of Brothers, producida por Tom Hanks y Steven Spielberg, sobre la Compañía E del 506 Regimiento de Infantería Aerotransportada del 101 Regimiento del Ejército norteamericano en la Segunda Guerra Mundial... la serie, hecha para HBO, es una de las mejores piezas producidas para televisión que he visto. Lo bueno de la serie me llevó a leer (y recomendar aquí) el libro escrito por Steve Ambrose con el mismo título (de hecho el libro en que se basó el libreto para la serie), libro que me llevó a leer otro libro, no tan bueno, del mismo Ambrose sobre una tripulación de un bombardero, titulado The Wild Blue, luego compré y recomendé Curahee!, libro escrito por un soldado que luchó en el mismo regimiento 506, pero en la compañía A...

Con excepción del libro Curahee!, ninguno había sido escrito por un protagonista en la guerra y ninguno por un miembro de la compañía E. Ambrose da cuenta de las entrevistas con los protagonistas, cita las cartas que se han escrito entre ellos e incluso usó extensivamente las cartas que David K. Webster, estudiante de literatura inglesa de Harvard que se alistó como voluntario, mandaba a casa, pero no había nada en primera persona, así que el libro de Dick Winters era único. No sólo era un protagonista sino había asumido el mando de la compañía el Día D, el 6 de junio de 1944 cuando comenzó la invasión aliada a Europa. El libro era pues un curso de liderazgo, un relato en primera persona de una buenísima historia, no podía dejarlo pasar.

Como en los DVD de la serie aparecen fragmentos de las entrevistas con Winters, me era fácil escuchar su voz mientras leía. Winters acepta que estuvo renuente a escribir sus memorias durante mucho tiempo, pero que –y sobretodo después de la trasnmisión de la serie en HBO- la gente le pedía contara historias de la guerra y eso trató de hacer en este libro, contar lo que no aparece en los libros de Ambrose, en la serie ... y de paso corregir algunos errores que en ellos aparecen.

Winters repite durante todo el libro que la experiencia de combate no es romántica, no es algo que añore ninguna persona y que sólo lo pueden comprender totalmente aquellos que han experimentado; el frío que vivieron las tropas norteamericanas en la Batalla de las Ardenas mientras eran cañoneadas por la artillería alemana es algo que Winters ya no se esfuerza en tratar de explicar porque sabe que horrores así la gente no los entiende. Explica las condiciones, eso sí, pero sabe que sólo los que pelearon entonces sabe de lo que habla.

Una de las grandes diferencias de estos libros que he venido recomendando es que no se trata de soldados de infantería sino de paracaidistas, esto es, hombres que se enlistaron voluntariamente al ejército para brincar desde un avión a territorio enemigo, saltan con todo lo que puedan llevar (armas, comida, ropa) y su posición es pelear bajo las peores condiciones, rodeados por el enemigo.

Lo que más se agradece de todo el libro son las enseñanzas de liderazgo de quien sin duda fue un gran líder. En el sitio del poblado de Foy en la Batalla de las Ardenas, sin ropa de invierno, con temperaturas bajo cero (no se podían hacer ni una fogata porque los alemanes les disparaban de inmediato) y rodeados por el ejército alemán, Winters, quien estaba unos metros detrás de la línea de fuego, todos los días se daba un baño ‘francés’ y se rasuraba... y se preocupaba para que los hombres bajo su comando lo vieran haciendo eso. Y esta tortura se la inflingía para darle ánimos a la tropa, si su comandante podía darse un baño y rasurarse en la mañana, aunque se estuviera congelando, es que las cosas no estaban tan mal.

Aunque describe acciones de guerra, la toma de cuatro piezas de artillería el Día D, que estaban disparando contra las fuerzas aliadas que invadían la playa por ejemplo, se centra en las historias humanas. Cuando describe que tal o cual soldado hicieron esto o aquello, se detiene un momento para decir que tal o cual soldado eran un ejemplo de disciplina, un monumento al coraje o que tal o cual coronel o general no tenían idea de lo que era la guerra...

Volviendo al asunto del liderazgo, Winters no trata de explicarlo (y cita al General Patton: “No sé qué es el liderazgo, yo lo tengo, pero ¡maldita sea! No lo puedo explicar”), simplemente describe qué era lo que hacía para que los hombres lo siguieran sin chistar y lo primero que dice es que se liderea con el ejemplo, jamás pidió a sus hombres que hicieran algo que él no estuviera dispuesto a hacer (y en las entrevistas de la serie de televisión, el soldado ‘Popeye’ Wynn dice que Winters “siempre iba al frente, siempre era el primero, la verdad es que no sé cómo sobrevivió a la guerra”). Una de las frases que simbolizan el liderazgo para Winters es “¡Síganme!”.

El libro es un buen seguimiento para alguien como yo que ha quedado encantado con la historia de la compañía E de la 506 división aerotransportada, pero también es un libro que se puede disfrutar sin saber de qué trata la historia, particularmente para aquellos que gustan de temas de liderazgo, porque no hay más líder que aquél hombre a quienes sus hombres siguen cuando hay gente del otro lado que los quiere matar...

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